En ocasiones me he encontrado con buenos lectores que, por alguna razón, odian y evitan cualquier novela que tenga aires de histórica. Argumentan que siempre tratan los mismos temas, que no se identifican con los personajes o que son farragosas de leer. Pero lo cierto es que dentro de la novela histórica hay infinidad de subgéneros y estilos, casi tantos como escritores, y para demostrarlo os propongo las siguientes recomendaciones literarias.

El bufón y la reina, de Nicole Galland

Es una novela de ficción ambientada en un pequeño reino galés en el siglo XII. Isabel Mortimer llega a la corte de Maelienydd para casarse con el rey y forjar alianzas. En este lugar habitado por desconocidos, deberá lidiar con la desconfianza y crueldad del bufón, Gwirion, que ha sido amigo íntimo del rey desde su infancia.

La autora no trata de recrear con detalle la época histórica ni la vida en un castillo medieval, sino que se centra en construir las relaciones entre los protagonistas: Isabel, el rey y el bufón. Este romance a tres bandas va evolucionando y nos conduce a través de los celos, el odio infundado, la admiración, el amor inesperado y la traición más vil. Algunas escenas de amor son memorables, escritas con originalidad y cariño. Si bien el final resulta chocante y, según mi parecer, desentona con el resto de la novela, se trata de una historia que me ha inspirado y conmovido. Es uno de esos libros de mi biblioteca a los que he vuelto años después de la primera lectura, porque aún recordaba las emociones que me causó.

Historia del rey transparente, de Rosa Montero

Ambientada en el siglo XII, se trata de una reinterpretación de las novelas caballerescas que sustituye los nobles y guerreros arquetípicos por personajes femeninos con una gran fortaleza. La protagonista, Leola, roba la armadura a un joven para protegerse bajo la apariencia de un hombre. Este disfraz la llevará a adquirir el papel de caballero y la conducirá por múltiples aventuras y una historia de amor.

La novela mezcla hechos y personajes históricos con algunas pinceladas de fantasía, que otorgan al relato cierto aire de fábula. Rosa Montero narra con agilidad y ternura y la novela resulta entretenida, a la vez que trata temas que invitan a la reflexión. La mejor parte es la segunda mitad, cuando la protagonista se implica en las persecuciones que sufrieron los cátaros y se rodea de personajes entrañables que han sido marginados por la sociedad.

Mi familia y otros animales, de Gerald Durrell

En este bestseller internacional, el autor rememora con humor los cinco años que pasó durante su infancia en la isla griega de Corfú con su pintoresca familia. Está ambientada en los años treinta del siglo pasado, pero no se relatan hechos históricos, pues estos quedaban muy alejados de las vivencias de un niño obsesionado con los animales.

La novela te sumerge en un mundo curioso y divertido, al que deseas regresar en cada sesión de lectura. El autor describe de forma sublime tanto el paisaje griego como los habitantes de la isla, y es capaz de crear personajes que, con sus rarezas y locuras, son encantadores e inolvidables.

La artista de henna, de Alka Joshi

La historia describe las costumbres y la sociedad de la India en los años cincuenta, que han cambiado poco con el paso de las décadas. La protagonista, Lakshmi, escapa de la crueldad de su marido y consigue ganarse la vida como artista de henna en Jaipur. Conocida también por sus remedios naturales, se gana la confianza de las damas de la alta sociedad india, hasta que la llegada de su hermana pequeña amenaza con destruir su reputación.

Se trata de una novela que ilustra las dificultades de las mujeres en la India, a la vez que da un mensaje de esperanza gracias a la perseverancia de la protagonista. Los personajes son realistas y están bien construidos, y muchos de ellos caminan en la frontera entre el bien y el mal. Recomendable lectura para dejarse seducir por la cultura india.

Jonathan Strange y el señor Norrell, de Susanna Clarke

Esta novela pertenece a un género híbrido denominado “fantasía histórica”. La autora crea una versión alternativa de la Historia de Inglaterra en la que existen los magos, en concreto la guerra contra Napoleón. En este contexto, la magia es tratada de forma casi científica por las sociedades académicas de magos de principios del siglo XIX. El resultado es un relato sorprendente, original y lleno de imaginación, en el que aparecen personajes históricos y otros ficticios. El esmero en cuidar los detalles le confiere una gran verosimilitud y el estilo narrativo magistral consigue que la novela se haga corta, a pesar de sus 800 páginas.

El único defecto que he encontrado es la falta de personajes femeninos con un rol protagonista, pues todas las mujeres que aparecen cumplen el papel de esposa o de interés romántico de los protagonistas masculinos. A pesar de ello, considero que es uno de los libros más brillantes que he leído.